El aprendizaje de su hijo se inicia en el momento de nacer cuando empieza a conocer el mundo, a su familia, a su entorno y a sí mismo. Crecer es aprender a vivir y en estos primeros años de vida su crecimiento depende de cómo se le estimule y del cariño que reciba. Será la mejor base para su futuro.
OBJETIVOS
¿QUÉ HACER?
1. Aproveche tanto como pueda el tiempo que esté con su hijo, simplemente jugando. Todos los juegos son momentos de aprendizaje. Intente que sean ricos en variedad de estímulos: intente ejercitar todos los sentidos, no deje de abrir ninguna de sus ventanas al mundo para poder captar e interpretar toda la información que le llegue de su entorno.
2. Acompañe a su hijo en sus movimientos aunque no sepa realizarlos, háblele aunque no le entienda… Es la forma más rica de ayudarle en su crecimiento. La maduración de la motricidad del niño pasa por unas etapas que pueden ser más o menos largas, pero todas ellas son importantes porque van a ayudarle a conocer su propio cuerpo y, con ello, a sí mismo. No tenga prisas, sólo acompáñele.
3. Establezca unas pautas muy claras en las actividades de su rutina diaria: unos horarios para comer, dormir, etc. Y mantenga siempre una secuencia de acciones lógica como puede ser jugar y ordenar el juego antes de pasar a otro, lavarse las manos antes de ir a comer, etc
4. Fije normas claras, concretas y razonables. Haga que su hijo las conozca primero, y después, decida cómo actuar. Él debe saber que no seguirlas tiene consecuencias: aunque monte rabietas, manténgase firme
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