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martes, 19 de marzo de 2013

LA AUTOESTIMA


AUTOESTIMA:

La autoestima es la valoración que uno hace de sí mismo, cómo se siente uno con su propia persona. Es un sentimiento personal y subjetivo. Lo importante es cómo se ve el niño, cómo se siente con sus pensamientos y cómo a partir de ello funciona en la vida.



Objetivos
Su hijo debe conocerse y aceptarse para creer en sí mismo, en su valía personal y en sus capacidades. La seguridad, la confianza, el entusiasmo y la voluntad que el niño ponga en la realización de cualquier tarea dependen de su estado de ánimo y su confianza.
El primer paso para conseguir autoestima  es el auto-conocimiento: tomar conciencia de quién es y de las características que lo definen y conocer los rasgos propios que conforman su identidad, así como valorar las habilidades y aceptar e intentar mejorar las debilidades.
El niño tiene que ser consciente  de que el afecto  y la estima de los otros le ayudarán a quererse más y a valorarse mejor. Por eso es importante que se preocupe por los demás y los respete. La manera como éstos le ven influye en su autoestima porque muchas veces nos vemos a través de los ojos de las personas que nos rodean.
Otro aspecto a tener en cuenta es el sentimiento  de eficacia en aquello que hacemos, los resultados de nuestras acciones, la satisfacción de lograr los propios retos. Es importante reforzar ese sentimiento en su hijo y alabarle siempre que lo merezca.
¿QUÉ PODEMOS HACER LOS PADRES?
Anime a su hijo y valore sus esfuerzos por pequeños que estos sean. Para desarrollar su autoestima, su hijo debe sentirse querido y respetado. La afectividad es la base de cualquier crecimiento: la efectividad de cualquier aprendizaje está en la afectividad que recibe el niño.
Trabajen el respeto y la estima hacia el otro: su hijo aprenderá a ganar el aprecio de los demás, si él es el primero en generar confianza y respetar a quien le rodea. Se aprende a respetar y se fomenta la confianza a partir de los modelos que se viven: mostrar interés por los otros, demostrar que las otras personas nos importan, cooperar, saber jugar en equipo…

Hágale sentirse capaz de lograr sus metas. Así el niño irá ganando confianza en sí mismo, su actitud será más positiva y aumentará su interés por fijarse metas. Del mismo modo que le resultará más sencillo relacionarse con los demás, quererlos y respetarlos.
Haga que se plantee retos, como por ejemplo: abrocharse los botones, los zapatos, comer solo... Las dificultades, el esfuerzo, el éxito y el fracaso harán que aumente su autoestima. Quítele importancia si no logra resolver lo planteado, valore su esfuerzo y anímelo a seguir intentándolo. Insístale en que la importancia de los retos está en enfrentarse a ellos con seguridad.

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