Objetivos
¿QUÉ PODEMOS HACER LOS PADRES?
Anime a su hijo y valore sus esfuerzos por pequeños que estos sean. Para desarrollar su autoestima, su hijo debe sentirse querido y respetado. La afectividad es la base de cualquier crecimiento: la efectividad de cualquier aprendizaje está en la afectividad que recibe el niño.
Trabajen el respeto y la estima hacia el otro: su hijo aprenderá a ganar el aprecio de los demás, si él es el primero en generar confianza y respetar a quien le rodea. Se aprende a respetar y se fomenta la confianza a partir de los modelos que se viven: mostrar interés por los otros, demostrar que las otras personas nos importan, cooperar, saber jugar en equipo…
Hágale sentirse capaz de lograr sus metas. Así el niño irá ganando confianza en sí mismo, su actitud será más positiva y aumentará su interés por fijarse metas. Del mismo modo que le resultará más sencillo relacionarse con los demás, quererlos y respetarlos.
Haga que se plantee retos, como por ejemplo: abrocharse los botones, los zapatos, comer solo... Las dificultades, el esfuerzo, el éxito y el fracaso harán que aumente su autoestima. Quítele importancia si no logra resolver lo planteado, valore su esfuerzo y anímelo a seguir intentándolo. Insístale en que la importancia de los retos está en enfrentarse a ellos con seguridad.
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