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viernes, 8 de noviembre de 2013

Juegos y juguetes, fundamental en todas las etapas educativas del niño.

Ahora que se aproximan fechas de compras de juguetes, damos algunas indicaciones sobre como usarlos. Son un recurso educativo de gran valor, así que a leer.

La etapa de la Educación Infantil, que abarca de 0 a 6 años, es especialmente propicia para el uso del juguete con fines pedagógicos. En esta etapa, como explica María Costa, directora del Departamento de
Pedagogía de AIJU, “el juego es un recurso idóneo para utilizar en la escuela, debido a su carácter
motivador, globalizador de contenidos y por ser mediador de aprendizajes significativos. Además, la
actividad lúdica fomenta la interacción entre niños y niñas, aspecto que constituye tanto un objetivo educativo como un recurso metodológico de primer orden”.
En este primer ciclo, se trata de un juego en gran medida espontáneo para el niño, aunque cuidadosamente planificado desde un proyecto curricular, incluyendo objetivos tan importantes como el desarrollo de la capacidad de control del cuerpo, de las habilidades percep-tivas y motoras, de manipulación, la utilización de formas de comunicación y representación para expresarse, etc. Entre los 2 y los 3 años aparece el juego simbólico, de representación de un objeto por otros, directamente relacionado con las tres áreas de
conocimiento establecidas por el sistema educativo: área de identidad y autonomía personal, área de medio
físico y social y área de comunicación y representación. Entre los 3 y los 4 años aparece la diferenciación de sexos en cuanto a juegos. En este estadio, el papel del educador es fundamental en cuanto a la reducción de estereotipos y la educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos. Entre los 4 y 5 años cobra una especial importancia el juego simbólico y el juguete, ya que los niños crean y recrean increíbles situaciones en función de su imaginación. Con este juego, disfrutan de la fantasía, a la vez que aprenden a conocerse y a explicar la realidad. Por último, entre los 5 y los 6 años, el juego con otros niños es lo más significativo. Aparecen los juegos reglados, juegos que son el motor de la socialización, juegos con normas y reglas que respetar, que les une y les hace diferentes a los otros.

Fases del aprendizaje:
elección de juegos y juguetes acordes a las necesidades y capacidades de cada edad Todos los profesionales destacan no sólo el papel fundamental del juego y el juguete en el desarrollo infantil, sino también la trascendencia de la elección adecuada de los mismos para cada una de las etapas de crecimiento. Tan malo resulta dar un juguete antes de tiempo como hacerlo demasiado tarde. El juguete siempre ha de ser acorde a la edad del niño y a sus necesidades y capacidades (sensomotrices, cognitivas, afectivas y sociales), conteniendo, ante todo, retos que estimulen el desarrollo de dichas capacidades.

El bebé: primer año de vida
En los primeros meses de vida del niño, los padres estimulan una gran variedad de experiencias
sensoriales, motrices y perceptivas jugando con la mirada, juegos de regazo y de cuna. Con los
juegos corporales y verbales (posibilidades de movimiento, juegos de pies y manos, manipulación
de objetos) el niño obtiene multitud de sensaciones kinestésicas, táctiles, visuales, etc.
En esta etapa es bueno contar con sonajeros, objetos de colores vivos y gran tamaño para poder manipular, juguetes musicales, móviles colgantes de la cuna, objetos para chapotear en el agua, juguetes de goma para morder, espejos…

Segundo año de vida:
A partir de los dos años continúan los juegos corporales pero evolucionan en la dirección de una
mayor coordinación motriz. En esta etapa destaca la importancia de explotar elementos naturales tales como
el agua y la tierra. Los juegos con tambores también despiertan gran interés entre los pequeños, favoreciendo la descarga motriz. Finalmente, los juegos con animales y muñecos de trapo ayudan al niño/a
a imitar y reproducir sus propias experiencias biológicas, dándoles de comer, durmiéndolos o paseándolos.

Tercer año de vida:
En esta etapa destacan las actividades lúdicas psicomotrices a través de juegos y juguetes con movimiento (cochecitos, locomotoras…), trasvases de sustancias, juegos con encajes y rompecabezas simples
(desarrollo de la coordinación óculo-manual) y juegos de movimientos. En este momento aparecen los
primeros juegos simbólicos y sexuales, empezando el gran protagonismo de las muñecas. Dibujos e
imágenes (cuentos y televisión) empiezan a ocupar un lugar importante en la vida del niño.

De cuatro a seis años:
Los juegos sensoriales, perceptivos y motores tienen un papel muy importante en este período
evolutivo, siendo primero individuales para luego pasar a ser colectivos. El juego simbólico adquiere un
carácter crucial en esta etapa. En un principio es individual y egocéntrico, pero luego –de los 4 a los 7
años– se torna colectivo. Por último, cabe destacar la importancia de los juguetes cognitivos, es decir,
aquellos que estimulan diversos procesos cognitivos tales como la atención, la memoria, el razonamiento,
la creatividad, la lengua, la capacidad de análisis y síntesis o la lógica.

Fuente: " El juego y el juguete en educación infantil" Generalit de Valencia

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